Decía el santo Juan Pablo II, con esa voz potente que hacía conmoverse hasta a las piedras, que “decir España es decir María”. Desde su primer viaje hasta su emocionante despedida en la plaza de Colón de Madrid en 2003 se refirió a nuestra amada Patria como “Tierra de María”. Y es que un pontífice polaco, experto en santa Teresa y san Juan de la Cruz, percibía con claridad que la devoción mariana formaba parte del ADN español.
En el día de la Festividad de la Stma. Virgen del Pilar, recordemos el fragmento del discurso pronunciado por el sacerdote José Luís Martín Descalzo ante el Papa San Juan Pablo II:
“...Si un día se perdiera
el mapa de este pueblo,
si la historia borrara el nombre de todas sus ciudades,
podría reescribirse rastreando santuarios.
Porque allí donde hubo un grupo de españoles
tuvo un templo María.
Allí donde latió un corazón, latió por Ella,
por Ella y por su Hijo,
en un único amor y diez mil nombres,
en un solo cariño y cien advocaciones.
...
Ayúdanos, Señora de los mil nombres,
en esta travesía de las almas
que hoy vive nuestra España.
Y no te olvides
de que no hay un rincón en esta tierra
en el que Tú, María, no hayas florecido.”
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