EVANGELIO XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 LUCAS 19, 1 - 10

Entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

SEÑOR, la escena del publicano Zaqueo nos reconforta mucho, pues nos identificamos con su deseo de verte. Jesús, dame humildad, porque quiero que te fijes en mi pequeñez, y que me invites a estar contigo. 

HORARIO DE MISAS Y APERTURA DEL TEMPLO PARROQUIAL DE SAN SEBASTIÁN DURANTE EL “PUENTE DE TODOS LOS SANTOS”

 

Sábado 29 de Octubre

• El templo permanecerá abierto de 9:00h. a 12:00h. y de 16:30h. a 20:15h.
• Celebración de la Santa Misa: 9:30h. y 19:30h.

Domingo 30 de Octubre

• El templo permanecerá abierto de 9:00h. a 13:00h. y de 18:30h. a 20:15h.
• Celebración de la Santa Misa: 9:30h., 11:30h., 12:30h. y 19:30h.

Lunes 31 de Octubre

• Celebración de la Santa Misa: 9:30h. y 19:30h. (Misa de vísperas de la Solemnidad de Todos los Santos”.

Martes 1 de Noviembre: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

• Celebración de la Santa Misa: 9:30h., 11:30h., 12:30h. y 19:30h.

Miércoles 2 de Noviembre: CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

• Celebración de la Santa Misa: 9:30h. y 19:30h.

EVANGELIO XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LUCAS 18, 1 - 8

Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario»; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara». Y el Señor respondió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche? ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

SEÑOR, aunque sé que, antes o después, me ayudas a resolver mis entuertos, reconozco que a veces pierdo la esperanza en Ti. Porque me gustaría que las cosas se hicieran cuando yo quiero y como yo quiero. Jesús, dame sabiduría para entender tu forma de actuar, y mucha paciencia. 

FESTIVIDAD DE SANTA TERESA DE JESÚS

El sábado 15 de octubre celebraremos la Festividad de Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, cuya Reliquia custodiamos con devoción en el interior del camarín de Nuestra Señora del Carmen.

Tal y como marcan nuestros Estatutos, estamos convocados a participar en la Santa Misa que dará comienzo a las nueve y media de la mañana en la Iglesia Parroquial de San Sebastián. Al finalizar, se podrá venerar la Reliquia de la "Santa de Ávila".

EVANGELIO XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 LUCAS 17, 11 - 19

Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos, y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?». Y le dijo: «Levántate, vete: tu fe te ha salvado».

SEÑOR, no sólo curabas y predicabas en los pueblos y ciudades, también lo hacías fuera, en el campo, donde habitaban los excluidos de la sociedad, como los leprosos, que eran aborrecidos por todos. Jesús, dame un corazón misericordioso, capaz de amar a todos.