sábado, 16 de julio de 2022

EVANGELIO XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LUCAS 10, 38 - 42

Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

SEÑOR, cuando nos disponemos a estar contigo, orando a solas en nuestra habitación, a veces surgen voces en nuestro interior que nos llaman a hacer otras cosas - aparentemente- más útiles. Jesús, al menos una vez al día, deseo poder aislarme del bullicio, para estar tranquilamente contigo, sintiendo tu Amor, dentro de mi corazón. 

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